domingo, setiembre 30, 2007

Día 50, domingo

Uno de los discos más menospreciados de Bob Dylan se llama "Under the red sky". Lanzado el 11 de septiembre de 1990, encontramos en él canciones importantísimas que nadie se anima a redescubririr. Yo, como buen dylanmaniaco, le digo a todo el mundo que es uno de mis discos favoritos, pero nadie parece saber mucho de él. "Under the red sky" puede tomarse como un disco de la talla de "Nashville Skyline", último de la década de los sesenta, de corte country y por el que Dylan fue “crucificado” simbólicamente por los hippies. Siguiendo con la analogía, la canción Under the red sky, verdadera joya del disco, vendría a ser una suerte de Lay, lady, lay. En este punto muchos críticos musicales, que no saben nada, podrían vapulearme hasta el cansancio. Otras canciones que sobresalen son 2x2, de gran calidad musical y con una letra estupenda. 10 000 mens tiene un final tan enigmático como All allong the watchtower: “Baby, thank you for my tea! / It's so sweet of you to be so nice to me”. La paranoica T.V. Talkin Song tiene quizá la letra más exquisita, consciente y social de los últimos 20 años. “Your mind is your temple, keep it beautiful and free, / Don't let an egg get laid in it by something you can't see”. No puedo olvidarme tampoco de Good knows (de hecho, no me la puedo sacar de la cabeza). Otra canción bellísima es Born in time. De hecho, si tuviera que dedicarte dos canciones de este disco, te dedicaría Under the red sky -no sólo porque fue la canción que marcó mi último verano, sino porque creo que somos como los chicos en un pastel y también creo que soy el hombre en la luna que regresó a su casa cuando el río se secó- y la otra sería Born in time, entre otras cosas -la voz rasposa de Dylan, es una de ellas- por esta frase: “Not one more night, not one more kiss / Not this time baby, no more of this”. Tampoco quiero olvidar canciones como las divertidas Unbelievable, Cat`s in the well y la autobiográfica Handy Dandy.

jueves, setiembre 27, 2007

The year of the cat


martes, setiembre 25, 2007

Día 45, martes

Empiezo a pensar que los días son iguales. Llego al diario y, por ejemplo, tengo que redactar la misma nota sobre la elección del primer ministro japonés de ayer. De regreso, me encuentro en el paradero con el mismo chico delgado y con cola de caballo. Lo único que parece cambiar con el pasar de los días es mi acidez estomacal en aumento. Me enfermo por andar con polo y con lentes de sol como si fuese verano. Lo más frustrante es la seguridad de que las tiendas de la avenida Arequipa son las mismas, así cambie de dirección.

lunes, setiembre 24, 2007

Día 44, lunes

A veces eres tan escéptica contigo que duele. Hoy vi a dos sirvientas vestidas con uniforme que habían salido a pasear a unos perros puddle que parecían más bien dos pequeños muñecos. Una de ellas estaba recostada en un poste de luz con los ojos encendidos, mientras la otra lucía ajena a lo que sucedía. Yo imaginé que la que lloraba decía: "Es que Leticia, yo no puedo dejar de pensar en ti". "Pero es que a mí me gustan las barbas y los penes", decía la otra. Pues bien, a veces eres tan escéptica contigo que duele.

domingo, setiembre 23, 2007

Día 43, domingo

El miércoles tuve un recital. El jueves en el diario me abordó un joven y delgado homosexual (por lo demás, yo no tengo problemas con los homosexuales) que me llamó diciéndome: "te vi en la avenida Arequipa", yo me alejé sin pedirle explicaciones (¿a qué se estaría refiriendo?). El viernes tuve otro recital. El sábado vi a un tipo de barba, drogado de marihuana en el micro, que entrecerraba los ojos y hacía muecas con la cara. Yo lo miaraba fijamente a los ojos, esperando que se diera cuenta de mi presencia, aquellos ojos chinos y sanguinolientos me llamaban.
No hay noticias de Ozgur Dengiz, el caníbal



sábado, setiembre 22, 2007

Día 42, sábado

Si tuviera que dedicarte dos canciones del "Blood on the tracks" sin duda alguna serían Tagled up in blue y Buckets of rain. También te dedicaría You´re a big girl now. Pero no te dedicaría Idiot wind, que es la que más me gusta, porque resulta que es una canción bastante insultante.

jueves, setiembre 20, 2007

Día 40, jueves

Hoy he tenido que salir a la calle para darme cuenta, he tenido que tomar aire y doparme para darme cuenta, como un despertador que te tiran por la mañana en la cabeza o un suave elixir que te va matando lentamente, hoy he tenido que salir a la calle en busca de respuestas que tú no me das, en tránsito por una vía de un sólo carril que me aleja cada vez más de ti, porque hoy he tenido que salir a la calle para darme cuenta que ya no te quiero buscar más en las palabras que conforman las preguntas que te hago, nada de esto me va a poder afectar, porque voy a tirar los pedazos de serpientes de los cuales me quiero deshacer, hoy no moriré en la penunmbra que me dejan tus espacios vacíos, ni me hundiré en el melodrama que he creado para mí, hoy te asesinaré de noche mientras en el viento un millón de cuervos susurran: yo ya no te quiero.
Hotel

Había llevado tantas chicas a este mismo hotel que la recepcionista lo miró chistoso.
- Aquí tienes -dijo ella, de pelo castaño rojo tirando a color sangre.
- Gracias -dijo el chico, parándose sobre la punta de sus zapatos e inclinando el mentón hacia delante, antes de coger las llaves y el control remoto- 60 soles por una habitación mohosa, ¿a quién se le puede ocurrir? -Cogió a su chica de la mano y se la llevó caminando por aquellos pasillos sin comienzo ni final, hasta la puerta indicada.
Ella, de estatura baja y de rasgos finos, de cabello negro y una media sonrisa radiante, se quedó parada largo rato antes de entrar a la habitación a la que él llegó contento y rampante, silbando una melodía pegajosa y socarrona, a la que sólo le pudo atribuir un par de estribillos mal compuestos.
- Huele a humedad -replicó ella, sin ganas de darle detalles sobre su primera impresión.
Aquel cuarto olía a pescado fresco, a mar chalaco. La habitación olía a sexo de mujer. ¿Cómo explicárselo sin que esto los llevara a una conversación sin sentido?
- ¿No vienes a la cama? -Le preguntó él en ropa interior. Su pantalón había volado por los aires y su camisa a cuadros yacía ahora en el piso. Apenas llevaba unos calzoncillos blancos y unas medias plomas.
La chica caminó hacia él. La televisión empezó a proyectar imágenes difusas de lo que sería un musical de los años cincuentas. Se besaron largo rato. El chico tuvo la iniciativa de sacarle la blusa floreada y el pantalón jean apretado, dejando al descubierto el brasier crema de copa y un calzón bóxer blanco.
Se besaron e hicieron el amor. Lo hicieron en todas las posiciones posibles. Lo hicieron de espalda, de frente, de costado. Lo hicieron sentados, en la silla, en el baño. Se les ocurrió hacerlo debajo de la cama, pero la posición resultó ser muy incómoda, así que probaron haciéndolo tirados en la alfombra, como dos animales apareándose a plena luz.
Luego se quedaron dormidos un rato, mientras la televisión seguía pasando imágenes de lo que, supuso ella, sería una versión libre de “La bella y la bestia”. Yo soy la bella y tú eres la bestia, le dijo en un momento de suma excitación, mientras lo hacían de espaldas al lavatorio del baño. Hasta que ella se quedó dormida.
- Oye -le dijo el chico, despertándola con el codo-, no te duermas.
- ¿Qué?
- No te duermas.
- ¿Por qué? -Dijo la chica, entreabriendo los ojos, donde asomaron unas pronunciadas ojeras.
El chico no supo cómo responderle. Se la quedó mirando largo rato hasta que ella se volvió a dormir, dejando caer su cabeza sobre la almohada. El chico sintió una leve erección. Ella no quiso saber nada al respecto. ¿Será que ya no me quiere?
- ¿Pero por qué habría de pensar eso? -Se preguntó de inmediato. Levantando las sábanas encontró a su flácido pene agotado y de costado, murmurando pensamientos entonces inaudibles. La despertó de inmediato.
- ¿Qué? -Preguntó la chica.
- Mi pene quiere saber si ya no nos deseas.
- ¿Qué?
- Ya sabes -dijo el chico, ahogando en su cabeza toda clase de inseguridades, pensamientos aterradores, silencios ensordecedores.
- Amor -le dijo el chico.
- ¿Qué? -Le preguntó ella, con su cara oculta entre las almohadas.
- Sé que te parecerá extraño -dijo el chico-, pero quiero que me comas.
- ¿Qué?
- Quiero que me cortes en pedacitos -dijo el chico- que me cocines por partes en una sartén y que me comas.
- Está bien -dijo la chica, mientras por el televisor sonaba una absurda canción de los años cincuentas.
2x2
by Bob Dylan

De uno en uno, siguieron el sol
De uno en uno, hasta que no quedó ninguno.
De dos en dos, volaron a sus amantes,
De dos en dos, en el rocío brumoso.
De tres en tres, bailaron en el mar,
De cuatro en cuatro, bailaron en la orilla.
De cinco en cinco, intentaron sobrevivir,
De seis en seis, estuvieron haciendo trampas.

¿Cuántos senderos probaron en vano?
¿Cuántos hermanos y hermanas se consumieron en la cárcel?
¿Cuánto veneno respiraron?
¿Cuántos gatos negros cruzaron su camino?

De siete en siete, se dirigieron al cielo.
De ocho en ocho, llegaron a la puerta
De nueve en nueve, apuraron el vino.
De diez en diez, lo bebieron otra vez.

¿Cuántas mañanas han regalado?
¿Cuántos respecto ayer?
¿Cuántos más sin recompensar?
¿Cuántos más pueden permitirse?

De dos en dos, se adentran en el Arca
De dos en dos, se adentran en la oscuridad.
De tres en tres, dan vuelta a la llave.
De cuatro en cuatro, le dan otra vuelta más.
De uno en uno, siguen el sol.
De dos en dos, a otra cita.

martes, setiembre 18, 2007

Día 38, martes

Norman Mailer dijo: "La esencia del espíritu radica en elegir la alternativa que no mejora sino empeora la posición propia".

lunes, setiembre 17, 2007

Día 37, lunes

Yo pensaba que tenía el don de la improvisación, que cuando hablaba o hacía cosas de las que pronto me iba a arrepentir tenía el don de la contradicción, que nadie me iba a quitar el derecho de tener actitudes incongruentes.
.....
Özgur Dengiz, un joven turco de 27 años, confesó haber cometido hasta tres crímenes motivado por comerse a sus víctimas. Dengiz divisó a Cafer Er el pasado 12 de septiembre junto al vertedero municipal de Mamak, en la capital turca. Er, empleado del ayuntamiento, se encontraba tomando un refresco en el interior de su furgoneta cuando se le acercó Dengiz, quién le disparó dos tiros en la cabeza tras intercambiar unas palabras. Luego, el asesino sacó un cuchillo y cortó en trozos el cuerpo aún caliente de su víctima.
"Probé su carne en la escena del crimen. Tenía un sabor agradable, así que decidí llevarme algo conmigo para poder comérmela más tarde", relató. La policía encontró restos del cadáver en bolsas de plástico dentro del refrigerador de su vivienda.
Hijo de un oficial del ejército retirado, Özgur Dengiz cometió su primer crimen a los 17 años cuando asesinó a un amigo suyo. Fue detenido y condenado a diez años de cárcel, pero sólo cumplió cuatro gracias a una amnistía. El joven, apenas concluyó el servicio obligatorio, fue ingresado en un hospital por trastornos mentales. A su salida, no quiso proseguir con sus estudios y se dedicó a vagar por las calles de Ankara, en especial por las inmediaciones del vertedero.
Según relató la policía, meses antes de asesinar a Cafer Er, Dengiz atacó a otras personas con la intención de matarles y comerse su carne, entre ellas a Sedat Erzurum. El caníbal habría contactado a Erzurum a través de un anuncio en el que ofrecía vender su computadora. Ambos se encontraron el 5 de junio y Dengiz lo mató de un sólo disparo con una pistola que había sustraído a su padre, pero no llegó a probarlo porque había mucha gente a su alrededor.
El joven también confesó que el pasado 9 de agosto intentó matar a otro individuo, identificado como Abbas Inan, en el vertedero de Mamak, pero que tras dispararle ocho veces en la cabeza y en el estómago, éste consiguió huir. "También me lo habría comido si no hubiese escapado", afirmó el antropófago.
Dengiz no ha expresado arrepentimiento alguno por sus crímenes e incluso ha manifestado su intención de continuar con sus hábitos alimenticios.

domingo, setiembre 16, 2007

1 a.m.


Día 36, domingo

Sabías, por ejemplo, que las cajas negras de los aviones no son en realidad negras, sino que son naranja fosforescente, para así lograr divisarlas desde lejos si un avión se cae en la selva o en el mar, sabías que no existe nada que se coma que sea de color azul, porque el azul es el color de la anticomida, sabías que las transcripciones del contenido de las cajas negras de los aviones que se estrellaron contra las Torres Gemelas de Nueva York nunca fueron divulgadas, lo que supone un hecho sin precedentes en la historia de los accidentes aéreos en Estados Unidos, estos ejemplos funcionan en distintos niveles para lo que trato de decirte, pero supongo que no entenderás.
Gianfranco, Julio y yo


jueves, setiembre 13, 2007

Día 33, jueves

Dicen que las trepanaciones craneanas se hacían porque los antiguos hombres de Paracas tenían la idea de que por ahí se liberaban los demonios que habitaban en los locos y en los menos afortunados. Pues bien, nuevas teorías indican de que el cráneo alberga con mucha presión nuestro cerebro y que, practicando esta operación, muy sencilla, apenas un pequeño agujero en la cabeza, se libera evitando el nerviosismo y el estrés. Las trepanaciones craneanas son actualmente realizadas por algunos doctores, creo que voy a someterme a una.

martes, setiembre 11, 2007

Había escrito esto para el diario, pero mi jefe prefirió otro artículo.

Conspiraciones en Estados Unidos

David Schippers, abogado y fiscal de EE UU, recibió la visita de dos agentes del FBI, seis semanas antes del atentado a las Torres Gemelas de Nueva York. Durante esta visita, los agentes del FBI le informaron, con fecha y objetivo, los ataques de los que sería víctima Nueva York el 11 de setiembre del 2001.
Después de los ataques, Schippers -quien habría saltado a la fama como el acusador principal en el caso Monica Lewinsky- denunció que los agentes del FBI acudieron a él porque la oficina central había bloqueado las investigaciones que realizaban. Además, el FBI había amenazado con procesarles si hacían públicas tales informaciones.
Schippers relató que durante las seis semanas precedentes al 11 de setiembre trató, infructuosamente, de comunicarse con el entonces secretario de justicia, John Ashcroft, pero que éste rechazó repetidamente sus llamadas.
Asimismo, el periodista norteamericano William Norman Grigg, apoyando la versión de Schippers, publicó en un artículo en el periódico The New American que, según tres agentes del FBI que había entrevistado, “la información proporcionada a Schippers se conocía en todo el FBI antes del 11 de septiembre”.
Hechos como éstos han llevado a que en la imaginación de muchas personas se conjeturen hipótesis sobre “conspiraciones” alrededor de los atentados ocurridos contra las Torres Gemelas de Nueva York.
Estas hipótesis afirman que las investigaciones llevadas a cabo por EE UU tendrían numerosos puntos oscuros y que las autoridades del país del norte pretenderían ocultar o encubrir una conspiración a gran escala, motivada por llevar a cabo las acciones bélicas que pretendía.
Sin embargo, las ideas alrededor de estas conspiraciones parecen agotarse con el pasar de los años, ocultas bajo una sola versión oficial, manejada desde el mismo EE UU, país acostumbrado -desde el asesinato de John F. Kennedy- de ser acusado de conspirar contra sí mismo.
Día 32, martes
(No haré apologías por la fecha)

Cuando era niño descubrí la ecuación física espacio sobre tiempo igual a velocidad. En ese entonces yo no te conocía. Pero hoy, regresando del diario, me puse a pensar y calculé que si corría rápido sobre el espacio llegaría hasta ti sin importar la distancia. Pero después de fumar me di cuenta que era mentira. Entonces me deprimí.




lunes, setiembre 10, 2007

Día 31, lunes

Durante la mañana he estado pensando en la frase: "escribiendo es como si me portara bien todos los días". ¿Pero qué quiere decir éso? ¿Qué demonios? También he pensado en frases de Bob Dylan, como: "My love she's like some raven at my window with a broken wing". Ésta en cambio se entiende y tiene mucho sentido. Mi amor es como un cuervo en mi ventana con el ala rota. Claro que sí. Seré un buen político y le culparé a la coyuntura (¿?). Al devenir de los acontecimientos (¡!).
Día 30, domingo

Cuando Serapio Glenn murió, ella no quiso enterrarlo. Tenía la esperanza de que tal vez resucitaría. Ese conejo la había ayudado a reponerse de ciertos transes. Serapio se enamoraba con facilidad. Era inteligente, pero frente a otras conejas perdía la cabeza. Aquello le costó la vida. Un día lo llevaron a conocer a otra coneja. Vivieron juntos por un tiempo. Serapio Glenn se acostumbró a estar compañado. Cuando regresó a casa, sin embargo, estuvo molesto y deprimido. No hablaba con nadie. Dejó de comer por cuatro días. Cuando se dieron cuenta, Serapio Glenn ya estaba muerto.

sábado, setiembre 08, 2007

Día 29, sábado

Ayer hubo una reunión donde la gente se escondía en los rincones más oscuros de la casa para poder besarse, algunos salían al jardín a fumar y alguien llamó a las 3 de la mañana sólo para respirar a través del teléfono. Yo pasé además por un severo cuadro de ansiedad, crisis nerviosa y paranoia. A un amigo, en cambio, le dió un ataque de risa. Nos quedamos bebiendo licor hasta que varios se quedaron dormidos. En las fotos que tomaron yo aparezco feo, con el pelo esponjoso y cara de pocos amigos. El día de hoy he amanecido con cierta acidez en el estómago que sólo puedo traducir en ganas de quedarme en casa sin hacer nada (esto es, nada de licor, nada de fumar, nada de nada) y en cambio comer bastante, ver una película de Alfred Hitchcock que no veía hace años, en la que un personaje dice en el momento cumbre: "No quiero hacerlo, pero voy a mirar dentro de ese baúl".

miércoles, setiembre 05, 2007

Día 26, miércoles

Con respecto a Bob Dylan, escucho mucho el disco Blood on the tracks y pienso que John Wesley Harding puede ser, con mucho, el mejor disco de él (aunque he pensado lo mismo de cada disco que he escuchado de Dylan) y bueno, nada, creo que hoy ha sido un bonito día.

martes, setiembre 04, 2007


Día 25, martes

Sé que te acabo de ver, que hemos pasado el día juntos, que hacemos cosas que a cualquiera le podrían parecer burdos excesos, que el día ha estado nublado, que hace frío, que no me muevo de acá ni en pedo y que si te viera ahora tal vez ya no tendríamos nada de qué hablar. A veces pienso que hemos agotado los temas de los cuales podemos hablar. No es aludable andar por ahí mirándonos en el espejo y repetirnos que yo no me gusto y que tú no te gustas, casi nadie se gusta a sí mismo. Pero a pesar de todo, el espejo está ahí, mirándonos. ¿Y eso qué significa? Que he llegado a mi casa, he comido y me he sentado a mirarme en el espejo pensando en que quisiera que estuvieras aquí conmigo.

lunes, setiembre 03, 2007

Día 24, lunes

Es loco cuando uno sueña con alguien y luego ese alguien viene y te dice: ayer soñé contigo, y hay cosas en su sueño que también pasan en tu sueño. Hay cosas muy locas que pasan en esta vida, que no tienen ninguna explicación lógica. En fin, hay cosas muy locas.


domingo, setiembre 02, 2007

Pelilargo

Sheila Alvarado (1979) es dibujante, fotógrafa y escritora. Es, además, editora asociada de arte de Etiqueta Negra. Ha trabajado como ilustradora para las editoriales Norma, Amores libros y el Ministerio de Educación. Egresó de Bellas Artes en el 2002 y estudió fotografía en Corriente Alterna. También cursó talleres en las universidades San Marcos, Ricardo Palma y Católica. Ha ganado dos veces el segundo puesto del concurso de fotografía Luís Felipe Cueto. En el 2004 obtuvo el primer puesto en el concurso internacional de arte Something Special.
El 30 de Julio presentó “Pelilargo”, su primer libro de cuentos para niños publicado por Alfaguara, escrito e ilustrado por ella misma. En esta entrevista, Sheila nos cuenta sobre su larga experiencia como artista y aquello que la llevó a escribir un libro para niños.

Sheila, ¿cómo decidiste estudiar arte?

Desde siempre quise estudiar arte, creo que no había otra opción. Peleé bastante con mi papá. Porque él quería que estudiara derecho en la Universidad Católica, pero yo quería estudiar arte, no había otra. Nunca tuve otra opción, sabía que no iba a hacer nada más que eso. O sea, fue más en realidad cuánto me tomó la lucha con mi papá y convencerlo y todo eso que decidirme. Mi mamá siempre me dijo que a los tres años me había preguntado qué quería estudiar y que yo le dije que quería ser artista… y cocinera en grandes hoteles. Estudié un curso de cocina, me gusta pero no tanto. Pero no sé, aquí estoy creo, haciendo dibujitos. Desde los trece años.

¿Cómo fue tu experiencia en la Escuela de Bellas Artes?

Ingresé con ampliación, dibujaba malazo. Hasta el tuétano. A mí me gustaba dibujar pero no lo hacía bien. Era mala, pero me encantaba dibujar. Y a la escuela ingresé a las justas. La ampliación la tuve que hacer yo y era un chiste porque me acuerdo de que no tenía nada, acababa de salir del colegio y no tenía ni libreta militar, ni DNI, nada y siempre me decían, tú tienes que poner tu DNI, tus documentos y no sé qué, y tengo por ahí todavía fotocopia de eso que está vacío un montón de cosas. Pucha, hice la ampliación y todo, los primeros años fueron horribles, o sea no horribles, fueron bonitos, pero siempre estaban a punto de jalarme, no en los talleres: en grabado, en pintura, bueno en pintura también casi me jalan, en grabado y escultura me iba bien; pero en dibujo, que era una de las cosas más fuertes y era lo que más de gustaba, los tres primeros años siempre estaban por ponerme cero ocho, cero ocho, cero ocho, y los profesores en realidad me aprobaban porque si había que presentar veintiún trabajos yo hacía veintiocho o treinta, o cosas así, y ellos me veían que yo estaba ahí todo el día y que no solamente les presentaba los dibujos sino que a veces les presentaba hojas donde había hecho sólo manos o pies, o cosas así. Entonces los profesores habrán dicho: “Ay pobrecita esta chica, pero sí quiere dibujar. Ya pongámosle once”. Pasaba con once o doce y para mí era una gloria total. De ahí empecé con doce, catorce y ya los últimos años califiqué para graduarme con medalla de plata en grabado y califiqué para medalla en dibujo, pero yo tuve muchos problemas de alergia y me retiré de algunos cursos, y tú no puedes acceder a ninguna medalla en la escuela si estás jalada, no te permiten, entonces como tenía un curso, nada pues salí con mi feliz dieciocho pero sin premio alguno.

Háblanos un poco de tu trabajo fotográfico.

Es casi todo autorretrato, es todo autorretrato y casi siempre es desnudo. Siempre me ha gustado hacer fotografía y fotografiar a mis amigos, ese tipo de cosas, pero personalmente no soy de fotografiar mi rostro. Es más hay un montón de fotografías que tu ves y yo te puedo decir: “es mi prima” y tú te la crees, porque no se ve el rostro y no se ve nada, ni siquiera se ve el cabello, que es mi signo distintivo, el cabello largo. Ni siquiera aparece eso y me gusta mucho hacer el autorretrato porque me gusta trabajar sola y decidir qué quiero hacer y cuando quiero hacerlo y llegar al movimiento específico que decido y que quiero que este en la cámara. Sobretodo porque puedo hacerlo en cualquier momento, o sea yo decido quiero hacer una fotografía ahorita y soy yo la que decide dónde, cómo y cuándo tiempo voy a hacerlo, lo que no podría hacerlo si tuviera una modelo porque me acuerdo cuando quería hacer fotos, quería fotografiar a mi hermana, pero a mi hermana la sentaba y a los 5 minutos ya estaba echada y se movía y yo decía: ¡Dios mío! Y era un loquerío, entonces conmigo ya como que tengo más convicción obviamente de lo que quiero y mantengo la postura o lo que sea, es más puedo trabajar a cualquier hora y no es fácil tener a un modelo a tu disposición todo el tiempo y además que haga lo que tú quieras.

En tus trabajos, tanto en tus dibujos como en tus fotografías, tiendes a retratarte. ¿Esto hace tu trabajo más íntimo y más personal?

Yo creo que sí, que soy muy sincera conmigo misma, me reconozco como tal y algunas personas me dicen que es un exceso de vanidad y yo les digo que no lo hago en realidad por vanidad, lo hago porque es más fácil, porque si me dibujo a mí es mucho más fácil que logre el gesto o la expresión que yo quiero, es más trabajo con un espejo y obviamente a veces antes en realidad como que quería crear personajes, pero de alguna manera como trabajaba con el espejo entonces el personaje terminaba teniendo gestos míos pero que no eran míos, entonces dije ya lo hago de una vez yo y además es mucho más fácil de verdad, porque sé cuando algo no está bien, cuando algo falla, obviamente es mi rostro.


¿Qué nos puedes decir al respecto de ésa facilidad con la que pasas de cosas eróticas a cosas infantiles?

Creo que nunca lo decidí en realidad. Yo empecé escribiendo y esos son mis bocetos de mis primeros años, son mis libros llenos de textos, y cuando me pedían un dibujo yo iba y sacaba una línea y decía: “Esto es lo que voy a dibujar”. En mi cabeza cada línea tiene una imagen, siempre es la misma imagen, es como si tuviera la película en mi cabeza y yo estuviera esperando y pasando: “Ah ya, hago este cuadro” y cosas de ese tipo. Los dibujos que empecé a hacer para grabado tienen este corte infantil y los cuentos son así, pero creo que no están muy lejos uno de otro, porque por ejemplo tengo cuentos que no son para niños, son para adultos, pero los personajes son niños, o sea son como infantes, que suelen ser muy crueles y que llegan tener un desarrollo sexual también como los adultos. A veces hay niños que tienen un desarrollo más alto que los adultos y que pueden ser más crueles además. Entonces no creo que haya un trecho muy grande entre uno y otro.

¿Se necesita ser versátil?

No sé, creo que la cosa es mandarse, creo que es no pensarlo mucho. Si yo hubiera pensado me hubiera dicho: “Hay no, qué barbaridad” pero no, simplemente lo hice. Me hubiera limitado yo misma. Es como cuando me dicen: “Ay, pero siempre se dice que hacer cuentos infantiles es súper difícil. Yo digo: “Qué suerte que nadie me dijo eso cuando estaba haciendo los cuentos, porque sino yo misma hubiera dicho: este cuento pero si es tan difícil cuando ha salido tan fácil, no debo estar haciéndolo bien”. Creo que la cosa es mandarse y hacer lo que uno quiera sin pensar si es difícil o no. Es así de simple, si uno oye demasiado no se escucha a sí mismo.


¿Cómo así decidiste hacer “Pelilargo”?

Bueno, lo que pasa es que yo siempre tuve mis cuentos, e ilustraba cuentos para niños, y dentro de los cuentos que tenía era “Pelilargo” y un día me di cuenta de que en realidad ya no me convenía ilustrar para otra gente. Porque a veces quería poner cosas más personales y me decía “no”, sobre todo porque cuando tú haces ilustraciones para otras personas los contratos quedan que obviamente las ilustraciones son de ellos y el personaje es de ellos y que además que ellos pueden reeditar una y otra vez tus ilustraciones ya sin permiso tuyo. Entonces yo sentía que podía yo mismo poner todo lo que yo quería, porque ahí sí me controlaba un poco porque me parecía: “cómo voy a darle aspectos tan personales míos a un personaje que luego lo entrego y van a hacer con él lo que quieran, como reeditarlo o no sacarlo nunca más”. Entonces bueno empecé a escribir “Pelilargo” con todas las cosas graciosas que me pasaban por tener el cabello largo, como atrapar cosas y quedarme enredada, en la mochila, los botones, conocí a un amigo así porque estaba bailando en una fiesta y de pronto mi cabello se enredó en uno de sus botones y no nos quedó más que seguir bailando hasta que desenredamos el asunto. Cosas de ese tipo. Mi cabello se enreda, se lleva cosas, tapas, post-it… Cosas tan raras me han pasado. En la calle, que me lo jalan o la gente me pregunta: “¿puedo tocarlo?”.

¿Por qué el pelo largo?

Debe ser que va en la misma honda que todo lo que hago, trato de ser muy personal con los objeto o con las cosas que hago, con los personajes, siempre tienen algo de mí, me pareció que el cabello era algo muy personal, no solamente porque obviamente era mío, sino porque es como un reloj, yo me acuerdo que tenía amigos que a veces no los veía en mucho tiempo y ellos de frente van a ver mi cabello y a decirme: “¡Cuánto ha crecido, yo no te veía desde que estaba acá!”. Entonces es como que ya no importa que no haya visto a un amigo en un año o dos, importa cuánto ha crecido el cabello. Y a veces es más fácil manejar el tiempo en cabellos que en tiempo real.

¿Te consideras entonces una artista autobiográfica?

Yo creo que sí, que con el tiempo, como con el personaje de Perú21, que en realidad no tiene mucho tiempo, tiene como un año, y con la niña de “Pelilargo” sucede eso. Pero yo creo que quien se parece más es la chica de Perú21 y en ése caso sí lo veo porque por ejemplo veo la ropa que estaba utilizando ese año y me acuerdo de algo muy especifico. Me gustaba utilizar ese polo o ése tipo de cosas. Porque es también mi ropa, son mis cosas, entonces puedo más o menos saber cosas de ése tipo. Pero con “Pelilargo”, bueno, es una mezcla de mi infancia con lo que es ahora en realidad. Creo que es una mezcla muy intermedia y hay cosas que sigo haciendo, me sigue gustando dibujar en la pared y disfrazarme, hacer avioncitos de papel y cosas de ése tipo. Siempre están presentes.



¿Qué artistas te han influenciado?

Me gusta mucho Edward Gorey, me encanta sobre todo porque logró una muy buena mezcla entre lo macabro y lo infantil. El primer libro que leí de él, que me encantó, se llama “Los pequeños macabros”. Tiene este personaje, que falleció el 2000, cosas muy sensuales, muy eróticas, sobre todo eróticas, porque tú no ves realmente imágenes sexuales, todo es muy acomedido. Me gusta mucho el hentai, sin un autor en especial. Otro ilustrador que me gusta bastante es Ian Falconer. También he descubierto a Ana Juan.

Finalmente, ¿qué consejo darías a todas las chicas jóvenes que quieren ser artistas?

Que para empezar creo que van a tener que creer en ellas mismas, porque sino nadie más lo va a hacer, en realidad. Hay una frase muy bonita, que me gusta: “El mundo no te regalará nada, créeme. Si quieres una vida, róbala”. Sobre todo porque cuando uno dice: “Quiero estudiar arte”, tus papás te van a decir: “Te vas a morir de hambre”. Pero no es así, creo que cualquier carrera en la que uno piense llegar hasta el final, porque si uno quiere hacer algo debe llegar hasta el final, si tú lo vas a hacer bien vas a poder vivir de eso. Mi mamá siempre me dijo eso, cuando yo le dije que quería estudiar arte, me dijo: “No me importa si quieres ser barrendera, pero quiero que seas la mejor. Aunque sea lo intentes, pero no que simplemente te creas ese rollo de: ay, soy una artista”. Creo que n o lo utilizo mucho yo tampoco, no sé por qué. Creo que está muy desprestigiado utilizarlo. Creo que a mí me gusta decir que hago dibujitos. Ahora estoy contenta sabiendo que vivo de hacer dibujitos, nada más.